Casa Patricio nos recibe con una secuencia de muros sólidos y puertas distribuidas de forma ordenada e intercalada, cuya nota final, es una pequeña ventana circular, elemento distintivo de la arquitectura.

Al interior, nos espera un vestíbulo lineal que se prolonga y conecta todos los espacios, permitiéndonos ver el proyecto de principio a fin.

Si algo distingue a Casa Patricio es la presencia de una bóveda de medio punto inspirada en la arquitectura colonial, cuya doble altura permite, además de ampliar el espacio, regular la temperatura reduciendo el consumo de energía eléctrica, una manera coherente de responder a las necesidades climatológicas de la región.

El proceso constructivo de la casa no buscaba la recuperación íntegra de los materiales pre existentes debido al deterioro. Se rescataron los elementos principales y estructurales para generar un espacio que resignificara su uso, dando como resultado, momentos en donde la materialidad original se hace presente.

Un patio central, donde los árboles marcaron la pauta, permite el acceso armónico de la luz y viste de naturaleza a la casa, conectándo el área principal con dos habitaciones posteriores ubicadas al fondo del terreno: un espacio para recorrer y contemplar.

Al final del camino y como nota de acento, encontramos un gran espejo circular que nos permite observar el espacio desde otra perspectiva.

Casa Patricio fue diseñada con intención, libre de elementos que rompan el rítmo de la idea general: un espacio íntimo que funcione como el canvas perfecto para dejar que naturaleza, luz y sombra abracen al habitante y lo guíen durante su recorrido.

Es en resumen, una síntesis de como percibimos el diseño coherente, donde todo tiene una razón de ser.