La Plancha nace cerca de 1920 cuando se inauguró la Estación de Ferrocarriles de Mérida. Su nombre se debe a que en su interior se encontraba una gran mesa giratoria de fierro que se usaba para poder agilizar el movimiento de los ferrocarriles: una plancha de acero.

Con el paso del tiempo la estación fue quedando en el olvido, pero su nombre permaneció vigente.

Con la intensión de conectar la ciudad y hacer que respire por otro punto, el Parque La Plancha se activa nuevamente en noviembre del 2023, con la finalidad de crear un espacio que responda de manera coherente a las necesidades del ciudadano con su entorno, siendo así un sitio de recreación, convivencia y contemplación para sus usuarios.

El proyecto está finamente planeado para la posteridad, no solo por su diseño, sino por su funcionalidad. Su creación es resultado de un trabajo interdisciplinario, la suma de talentos que coordina expertos en parques, programación urbana, sustentabilidad y curaduría de restaurantes, que hacen de este parque un pulmón activo y fuerte para la ciudad

Esta es una obra construida y diseñada para el habitante, para su entorno, movilidad y accesibilidad universal. El concreto y el acero son la base de la materialidad del parque La Plancha, elementos que brindan un ecosistema natural que con el paso del tiempo perdurará.

En su contexto, el parque está creado para que el ciudadano tenga una mejor calidad de vida. Recorrerlo es una forma de apreciar la ciudad, es conocer un lado distinto de Mérida. Aquí el aire es más fresco gracias a la creación de lagos y espejos de agua, y el movimiento es más ameno debido a los espacios al aire libre y diversificación de áreas exclusivas.

 

Como resultado de un trabajo de diseño participativo, el parque de La Plancha es mucho más que un espacio de recreación, es un punto de unión y reunión, es el epicentro de toda la movilidad en la ciudad. Es un espacio coherente con el peatón, el ciudadano y la sociedad.